La creación de una nueva sala de Remotos (sala de embarque para vuelos sin “finger”) requiere la introducción de un núcleo de comunicación vertical compuesto por un ascensor, una escalera pedestre y una mecánica en una estructura de hormigón armado construida en los años 50.
Para minimizar la afección a los forjados existentes, se ejecutan nuevos soportes metálicos, cimentados sobre nuevas zapatas, que sustentan las estructuras de las escaleras y ascensores, así como el borde de los nuevos huecos que interceptan el forjado unidireccional. Se refuerzan mediante sistemas de fibra de carbono las zonas de forjado donde la intervención altera en mayor medida los esfuerzos.
La intervención también incluye la sustitución de la marquesina exterior y la creación de nuevas bancadas de instalaciones en cubierta.
